Información Sin Límite
Un Afortunado Momento,
con Mario Vargas Llosa
Por Felipe Guillén Jiménez
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Sin lugar a duda Mario Vargas Llosa es uno de los grandes y más fecundos novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX al lado de figuras tan consagradas como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Ernesto Sábato o Mario Benedetti. En su obra siempre ha estado presente la figura de la mujer. Y fue precisamente en mayo de 2014 en el cierre de la exposición de fotografía de su hija Morgana Vargas Llosa, quien recrea visualmente el libro de su padre ¨El Paraíso en la otra Esquina¨ basada en la vida y obra de Paul Gauguin y Flora Tristán, obra que se presentó en la sala de exposiciones del Convenio Andrés Bello, durante una de sus visitas a Bogotá este gran humanista y pensador dialogó con el escritor Felipe Guillén Jiménez para Revista Sin Fronteras.
Con su inconfundible acento peruano este hombre de aspecto macizo, pelo cano y de impecable figura nos habló inicialmente sobre el papel del intelectual en un mundo globalizado y su aporte a través de los libros de cara al siglo XXI. El escenario de este encuentro fue una oficina contigua al salón donde se realizaba el evento que fue solicitada por él mismo para dar privacidad a la entrevista. Allí en forma reposada inició destacando el papel que han jugado los libros como instrumento de comunicación entre los pueblos, entre las lenguas y entre las tradiciones “a través de ellos no solamente pasamos unos momentos de embeleso, de hechizo, sino que de alguna manera nos comunicamos con el mundo que se expresa en cada obra.”
Después de una breve introducción fue fácil constar la importancia de la mujer en la vida y obra de este exitoso escritor, que siendo apenas un adolescente de 18 años inició un apasionado romance de seis años con su tía política Julia Urquidi, cuñada de su tío Lucho Llosa, quien era 14 años mayor que él. Esta y otras etapas de su vida cotidiana lo han inspirado para escribir su obra, que ha obtenido casi todos los reconocimientos literarios internacionales por su innegable contribución a la difusión de la cultura hispana y al mundo de las letras.
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Comencemos por hablar sobre su participación como invitado especial a la Feria del Libro en Bogotá. ¿Qué opinión se lleva de ella, ve algún movimiento nuevo, algún libro en especial que le haya llamado la atención?
Lo que veo es que la Feria ha sido un gran éxito por la afluencia de público, los organizadores dicen que ha crecido considerablemente en relación con años anteriores. Por ejemplo, la presencia de jóvenes, de muchachos y muchachas ha sido el hecho más notable y también la venta de libros se ha incrementado. Así que eso me parece un magnífico síntoma. Yo estoy convencido que la buena literatura no solo es un gran entretenimiento, sino que crea ciudadanos más cultos, más sensibles, con un espíritu crítico mayor y eso es fundamental para una sociedad democrática que quiere renovarse y mejorar.
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Portada Libro Del Paraíso (Alfaguara, 2003)
Fotos: Morgana Vargas Llosa
Su opinión sobre el papel que puede jugar el intelectual en un mundo globalizado y su aporte a través de los libros de cara al siglo XXI
Yo creo que el libro es uno de los mayores instrumentos que existe de comunicación entre las culturas, entre las lenguas, entre las tradiciones, entre los pueblos. Los grandes libros trascienden las fronteras, de alguna manera establecen un denominador común entre los lectores. Cuando nosotros nos conmovemos leyendo una obra de Shakespeare, de Moliere, de Cervantes, de Goethe o a los clásicos americanos a Sarmiento a Bello a Machado de Assis. Nosotros no solamente pasamos unos momentos de embeleso, de hechizo, sino que de alguna manera nos comunicamos con el mundo que se expresa en ese libro. Entendemos mejor a esas sociedades, entendemos la dimensión intelectual, espiritual que hizo posible su obra y establecemos una especie de diálogo con los autores y lectores de ese mismo libro con el que compartimos las mismas emociones y los mismos entusiasmos. Yo creo que nada ayuda tanto a vencer los prejuicios, esos rechazos instintivos que tenemos los seres humanos frente a quienes son diferentes de nosotros, hablan otras lenguas, tienen otras creencias y por eso la literatura es un gran instrumento de comunicación entre los pueblos. Yo creo que esa ha sido la gran contribución del libro a la civilización y por eso creo que el libro debe ser defendido en esta época en la que las nuevas tecnologías que han desarrollado tan extraordinariamente algunos creen que pueden suplantar al libro o relegarlo a un papel muy secundario. Desde luego yo no lo creo así, creo que, sin el libro, sin la lectura, sin la cultura escrita habría un gran empobrecimiento para la humanidad.
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Sin la cultura escrita habría un gran empobrecimiento para la humanidad.
Morgana Vargas Llosa, ayer junto a una de sus fotografías CARLOS ROSILLO El País, Perú.
¿Desde el punto de vista intelectual usted cómo ve el papel de la mujer, especialmente la mujer latinoamericana empezando el siglo XXI? ¿Cuál puede ser su proyección en los nuevos procesos que se están dando en la sociedad?
Bueno, uno de los asuntos pendientes que tiene América Latina, algunos países más que otros, es la promoción de la mujer. De tal manera que la mujer pueda participar en igualdad con el hombre en todos los ámbitos de la actividad social, la vida profesional, la vida económica, la vida política. En algunos países se ha avanzado más que en otros, pero en general todavía hay un desfase muy grande, aunque no en las leyes sí en las costumbres. La mujer encuentra muchos obstáculos para ese acceso y creo que ese es uno de los aspectos pendientes que tiene que resolver América Latina para aprovechar todas las energías de los latinoamericanos, sean del sexo que sean.
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Morgana Vargas Llosa Fotografías Facebook Home
¿Mario Vargas Llosa en los próximos años qué se propone, cuáles son sus metas a futuro?
Bueno yo tengo muchos proyectos, lo que no tengo es tiempo para poder materializarlos todos, pero proyectos desde luego no me faltan. Los últimos seis años los he dedicado a escribir dos novelas y entonces no quería inmediatamente ponerme a escribir una tercera. Lo que he hecho ahora es ponerme a trabajar en un proyecto que inicié el año 1982, que luego lo interrumpí y ahora lo he retomado, que es un pequeño ensayo sobre Los Miserables de Víctor Hugo, sobre lo que fue la gestación de esa novela y la manera como él aprovechó su propia experiencia y también la experiencia de su tiempo, de la sociedad francesa para construir esta inmensa novela, que es como una gran representación de todo el siglo XIX. Siempre me ha fascinado a mí lo que es la gestación de una gran obra literaria, así que es lo que estoy tratando de describir en el caso de esta novela de Víctor Hugo.
Mario Vargas Llosa leyendo el diario de Flora Tristán
Foto: Morgana Vargas Llosa
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Flora Tristán
(1803-1844)
Paul Gauguin (París, c. 1895)
Mario Vargas Llosa - Archivo OnLine
Mario Vargas Llosa y su hija Morgana Vargas Llosa